Cómo podar un melonero

El melón es una planta herbácea que en realidad se cosecha para aprovechar su fruto, el cual tienen gran contenido de agua y por eso es uno de los favoritos en verano o en aquellos lugares calurosos, teniendo la particularidad de ser muy refrescante. También tiene un dulzor característico, lo cual facilita que se consuma tanto en jugo o como fruta picada. Sus hojas tienen forma de palma pero el tamaño y forma del fruto pueden variar según las condiciones del cultivo: algunos son circulares y otros tienen ondulaciones que le dan una apariencia similar a la calabaza. Cuando los cosechas, es sencillo saber el momento en que están listos: puedes apreciar el olor incluso sin abrirlos o las hojas cercanas al fruto se secan.

Los cuidados de esta planta son incluso más sencillo de lo que aparentan: riego a diario y poda.

¿Es necesario podar los melones?

Si, este tipo de plantas tiene un crecimiento muy rápido, evidentemente dependerá del ejemplar y el clima dónde lo cultives, pero, por lo general, puedes observar como con el transcurrir de los días, los tallos crecen bastante, es por ello, que para tener una mejor producción del fruto –que es lo que nos interesa en este caso– debemos podarla frecuentemente. A parte de esto, lo principal que debemos recordar al momento de cultivar melones es que debemos eliminar los tallos primarios y secundarios, porque en este caso, solamente los terciarios, son los que producen frutos de tamaño considerable para consumo o comercialización.

Otro de los beneficios que nos trae recortar el follaje periódicamente es que acelera la madurez de la planta, facilita la ventilación y nos da el espacio suficiente para aplicar tratamientos que nos ayuden a prevenir o controlar plagas y enfermedades.

¿En qué época se podan los melones?

La temperatura óptima para germinar una semilla de melón es de mínimo 15°C, por ello, debe sembrarse cuando no tenemos un clima frio ni hay vientos significativos. De hecho, el crecimiento no es el esperado hasta que sobrepasa dicha temperatura, cerca de los 32°C. Todo dependerá de los factores climáticos y de la especie que hayamos escogido cultivar, pero si le estamos dando los nutrientes y cuidados necesarios, debe hacerse, mínimo una vez por mes, de hecho, en ocasiones puede llegarse a realizar de forma semanal.

Cómo podar un mélon

Primero, necesitamos desinfectar las tijeras de podar con alcohol, es importante que las mismas no estén oxidadas. Luego debemos escoger de las 4 o 5 hojas verdaderas, 2 o 3, que serán las hojas que quitaremos, las cuales debemos retirar cortando la hoja cercana al tallo y con una ligera inclinación. Una vez hayamos hecho esto, observaremos el crecimiento de tallos laterales, e igualmente dejaremos que crezcan unas 5 hojas, para cortar unas 3 o 4. De las que queden, brotaran tallos que nos darán frutos por ello, no debemos eliminarlos. También es importante que detengamos el crecimiento de los tallos terciarios, pues así, fomentaremos el crecimiento de los frutos.

Siempre debemos buscar evitar el exceso de follaje, pero cuidando dejar suficientes hojas para alimentar los frutos y evitar que los mismos sean diminutos. Asimismo, debemos atender el hecho de que si tenemos pocos frutos en cuanto al follaje, obtendremos frutos de mayor tamaño, lo cual puede ser una característica determinante según el uso que le tengamos destinado a cosecha.

Poda de limpieza del melón

Esta es la que realizamos con mayor frecuencia y solamente debes descartarla cuando te encuentras en un lugar que tiene una temporada de frío o ventiscas pues como dijimos antes, es una planta que más bien necesita de temperaturas altas para crecer. Además de cortar los tallos primarios y secundarios como ya lo hemos explicado, tienes que deshacerte de ramas u hojas secas, en especial aquellas ramitas que nacen en los tallos que conservaremos, y de los rebrotes que surgen de raíz (interrumpir su desempeño cuando aún se encuentran pequeños).

Sugerimos el corte de las hojas en la parte baja únicamente cuando están muy envejecidas o cuando se desarrolle de manera excesiva, reduciendo la iluminación y/o aireación, ya que esto puede causar una disminución de la producción.

Poda de floración

El objetivo de este tipo de poda es promover la aparición de nuevas flores y se realiza una vez al año, eliminando al terminar el invierno o la estación fría, las ramas que hayan florecido. Las opiniones sobre la poda de floración son bien diversificadas: una parte señala que solo es necesaria en aquellos sitios que tienen cambios de estaciones marcados, o que la variación de temperatura afecta notablemente a todos los tipos de planta; y en otros indican que es recomendable indistintamente de la ubicación de la planta de melón.

Poda de renovación

En virtud de otorgar un nuevo aire a nuestros melones, podemos decidir hacer una poda de renovación, bien sea parcial o total. Si escogemos hacer una parcial, sólo cortamos la mitad de las ramas, y a las que mantenemos, les cortaremos aproximadamente un tercio de ellas. Por otra parte, si elegimos la poda radical, la cortaremos cercana al suelo.

En los casos donde determinamos que es necesaria la poda radical, suele ser porque la planta es atacada por plagas, sin embargo dependiendo del tipo de plaga existen otras soluciones antes de esta:

Para prevenir el pulgón se puede cultivar con albahaca, en caso de su aparición, el jabón potásico o los insecticidas vegetales serán suficientes. Si observamos hojas amarillas o decoloradas, probablemente es que se lo debamos a la araña roja, que evitaremos si regamos de noche y con aspersor el melón y utilizamos insecticidas naturales. Pulverizar el envés de la hoja con jabón potásico al 1% con agua de lluvia, de aire acondicionado o destilada evitara que la mosca blanca fastidie tu cultivo. El extracto de neem con jabón potásico alejara a los trips.

Video de cómo podar un melón

Como sabemos que un principio puede dificultarse diferenciar entre tallos primarios, secundarios y terciarios aquí te dejamos un video para que te ayudes: