Cómo podar una albahaca
hace 10 meses · Actualizado hace 10 meses
La albahaca es una planta que tiene infinidad de usos, bien sea si eres amante de la cocina o si disfrutas de sus beneficios medicinales: alivia el resfriado, la fiebre, el asma y la tos seca; fomenta la formación de anticuerpos, los cuales son esenciales para combatir infecciones; muchos utilizan la infusión de albahaca para ayudar a la digestión, dolores de cabeza y en la disminución del estrés; incluso, la albahaca seca puede combatir el mal aliento y algunos padecimientos bucales
Además es una planta que no necesita de mucho espacio para crecer, lo cual es un punto a favor para todos aquellos que viven en edificios o casas pequeñas y desean consumirla fresca. Es importante que para mantenerla sana, la protejas del frío y el viento, generalmente es una planta que necesita de mucho sol y agua, pero ¡cuidado! La tierra no debe estar muy húmeda, a parte cuando la riegues, recuerda que debes colocar el agua directamente en la tierra y no hacerlo desde las alturas. Presta especial atención a las plagas, en especial, a los caracoles.
Lo mencionado anteriormente, son algunos cuidados básicos: riego, luz solar, tipo de suelo, abono, ubicación, temperatura, frío, plaga y poda, pero, lo que en realidad nos interesa aquí, es la poda.
¿Por qué debemos podar las albahacas?
La razón principal de la poda de albahaca, es la poda de las flores o inflorescencias, las cuales buscan frenar el ciclo de desarrollo, extendiendo el tiempo de cosecha, en especial, porque lo que solemos aprovechar son las hojas. Durante el crecimiento normal de la albahaca, solo podemos cosechar sus hojas un par de meses al año. Si bien es cierto que también debemos efectuar la poda de limpieza eventualmente, este es un cuidado que no discrimina ninguna planta.
¿Cuándo hay que podar las albahacas?
Como mencionamos anteriormente, esta es una planta de carácter anual, sin embargo el momento en que debe realizarse la poda dependerá de algo completamente cambiante: el clima. El tipo de clima que se observe dónde vives, determinará la frecuencia y el tipo de poda a utilizar. Muchos creen que no es necesario este cuidado, pero es fundamental si quieres alargar la vida de tu albahaca y aprovechar hasta lo más mínimo de ella.
Cómo podar albahacas paso a paso
Ciertamente, la albahaca posee una facilidad que muy pocas plantas no: puede ser podada sin necesidad de utensilios, es decir, con las manos limpias y secas. En caso de que quieras hacer cortes más exactos, una tijera desinfectada y bien afilada es la mejor opción. El corte debe ser limpio y certero, bien sea si se hace con las manos o con algún instrumento, por eso es importante saber qué vamos a cortar para así, conseguir el efecto deseado. Una pregunta bastante frecuente es si la poda se realiza con algún método distinto cuando se cultiva en maceta o en el suelo y la verdad es que no, ¡todas las sugerencias que te damos aquí pueden funcionar en ambos tipos de cultivo!
Poda de limpieza
Este tipo de poda, debe realizarse en cualquier tipo de planta, de forma esporádica pues está destinada a eliminar hojas y ramas enfermas para evitar la proliferación de estas. Cuando realicemos esta poda, debe revisarse a fondo el estado de la albahaca, para eliminar todas aquellas hojas que tengan manchas, estén amarillentas, con puntos blancos, o alguna plaga. Dependiendo del estado, es posible que recuperemos la planta de albahaca, pero generalmente es mejor podarlas pues esto significa que consumen la energía de la planta de alguna forma, igual intenta que cuando cortes, sean tallos y no hojas (al menos de que este enferma, claro está)
En algunos casos, la albahaca también puede debilitarse por la falta de luz solar o por sequía, ocasionando el crecimiento de tallos largos y débiles, impidiendo que se mantenga erguida. Por ello es necesario cambiarla de lugar, y al momento de replantarla, limpiar el suelo –o colocar tierra nueva– y abonarla para repotenciar su crecimiento. Si logramos neutralizar la causa y el deterioro no ha sido extremo, puede renacer nuestra albahaca, incluso, mejor que antes.
Poda de floración de la albahaca
Este tipo de poda extiende la vida útil de la albahaca, ya que cuando eliminamos las espigas logramos el efecto deseado: estimulamos el crecimiento de la albahaca, impidiendo que su desarrollo se pasme. Para hacer este tipo de poda, el corte lo haremos debajo de la inflorescencia, ya sea que arranquemos las dos hojas junto a ella.
El efecto que conseguiremos, es que en la parte inferior del corte, surgirán nuevos brotes, incrementando su follaje. La poda que mencionamos es incluso más fácil de lo que parece: la albahaca crece con hojas pares, en el momento en que comencemos a ver una tercera hoja o botoncitos verdes, lo que debemos cortar es el tallo del medio y tiempo después, ¡las hojas pequeñas sustituirán el crecimiento del tallo! ¡Tendremos dos tallos en vez de uno!
Si lo deseas puedes simplemente recortar los tallos, o puedes jugar y llevarla a un tamaño más pequeño pero es de suma importancia que no cortes las hojas cercanas a la base pues necesitamos tener una base lo suficientemente estable para permitir que se desarrolle correctamente. Aunque parezca contradictorio, la poda de la albahaca tiene un efecto similar al corte de cabello: se encarga de mantenerla sana y abundante, estimulando su crecimiento, además de que promueve la formación de ramas robustas.
Algunas personas señalan que existe otro tipo de poda: la estética, pues en ocasiones, se le puede dar un uso ornamental y en este caso, es esencial realizar la poda con detenimiento ya que se busca impulsar la aparición de nuevos tallos que puedan cubrir con sus hojas, los espacios vacíos. ¿Cómo hacerlo? Sencillo, recortando frecuentemente la punta de los tallos que tienen mayor longitud y cortar cercano al suelo aquellos con aspecto desierto, logrando redondearla.
Vídeo de Cómo podar albahacas
¡Te dejamos este video para guiarte! ¡Así puedes podar tus albahacas de la mejor manera!